El petróleo y el carbón mineral contienen
azufre que, en gran parte, se elimina en el proceso de refinación. Sin embargo,
queda un remanente que, en el proceso de combustión de las naftas y del carbón,
se libera a la atmósfera en forma de gases como dióxido de azufre.
El dióxido de azufre gaseoso
(SO₂) posee una alta solubilidad, por lo que al
llegar a la atmósfera, se combina con el agua, sea en vapor o líquida, que en
ella se encuentra. La disolución resultante, por lo tanto, tiene carácter
ácido. De esta forma se acidifica la lluvia y con ella todos los objetos que la
reciben incluyendo los suelos, las aguas y las hojas de los árboles, es decir,
circula por los sistemas terrestres.
Todos
estos ácidos están muy diluidos, pero producen acidificación en el ambiente.
La
quema de combustibles fósiles en vehículos, fundiciones de minerales y calderas
industriales son las responsables de casi todas las emisiones de dióxido de
azufre y óxidos de nitrógeno.
Entre
las consecuencias de la lluvia ácida encontramos la corrosión de los metales
utilizados, por ejemplo, en obras de infraestructura. Muchas obras
arquitectónicas y monumentos de la antigüedad están hechos, en su mayoría de
piedra caliza o mármol, que simplemente se disuelven en presencia de ácidos. El
cemento también reacciona a los ácidos y
se corroe.
Por
otro lado también trae graves consecuencias para el ambiente ya que provoca el
empobrecimiento del suelo por lavado de los nutrientes alcalinos, y esto lleva
a cambios en el pH de cursos y espejos de agua, que puede alterar algunos
procesos vitales de plantas y animales acuáticos. Sobre la salud humana,
provoca principalmente problemas respiratorios.
Actividades:
1.
Realice un
dibujo donde represente la circulación de los contaminantes que produce la
lluvia ácida en el ambiente.
2.
¿Cómo interviene
la atmósfera y la hidrosfera en este proceso?
3.
Elabore un comentario
sobre los efectos económicos y sociales que la lluvia ácida puede provocar.
Cual seria la respuesta de la numero 2 y 3?
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